Vamos a ver
Sr. Alcalde; Como estamos al comienzo de
la temporada futbolística, y en las peñas Madridistas se practica mucho lo de
Hi…de P…. Y además no me dejará explicar lo sucedido en el Bar de Pepillo. Le explicaré por escrito, que siempre quedan,
pues Las frases malsonantes son difíciles
de demostrar ante un Juez.
Como sabe,
en el pleno del viernes pasado, ejerciendo de oposición, le pedí explicaciones
sobre la obra de D. Enrique Serano, Hijo de la Srª Concejala del PP. Expuse y
le denuncié, lo que en mi opinión era un presunto, trato de favor. Esto sentó
muy mal al Sr. Concejal y compañero del PP. D. Domingo Serrano.
El Sr. Domingo,
(Conocido y reconocido por él mismo, ante todos los Concejales, firmante en el
foro como Peperocontento) Me abordó al día siguiente sábado, en la trasera de mi casa, para decirme, que yo
también tenía que pagar licencia por el cuarto de herramientas de campo, que yo
estaba haciendo en el Valle de la Cueva.
A lo que le contesté, y son palabras textuales, que “yo había hecho escrito al Ayuntamiento, y que lo mismo que había hecho
conmigo llamándome la atención, lo tendría que hacer con todos, incluido el
Padre del Sr. Alcalde.”
Con esto, el
retorcido Sr. Peperocontento, cuando estoy desayunando en el Bar, lleva delante
de mí mesa a su Sr. Padre, (el tulló) y babeándome me dice: Dile en persona lo
que me dijiste ayer de él.
Si esto, no es una provocación. Si esto no es usar retorcidamente a su Sr.
Padre, (el tulló) Si esto no es sacar las cosas de quicio, que venga Dios y lo
vea, por ello,
me levanté y le pedí a Pepillo, que me cambiara el café babeado, siempre refiriéndome al Sr.
Peperocontento.
Sr. Alcalde;
No entiendo por qué Vd. me pide por teléfono, mi rectificación, seguido de improperios, entre ellos el
tan maniqueado y practicado en peñas futbolísticas: H… de P…
Sr. Alcalde;
es la segunda vez, que se equivoca conmigo. La primera, cuando defendía yo por
escrito a la mujer de un Concejal de su partido, Vd. interpretó la defensa con
un ataque, en ese caso, le honró su rápida disculpa. Espero que en este caso
presente también, sus disculpas que debe darme, esta vez le pido que lo haga
por escrito. Por cierto; Sr. Alcalde; Yo
no me ofendí por sus palabras de peñista cabreado, a mí Madre, que en paz
descanse, nadie le va a quitar lo que fué para el pueblo, y que yo no diré, pregunte Sr. Alcalde, incluso a su
propia familia que goza de todos mis respetos.
Atentamente:
Serafin
Bresó Rodríguez. Almadenejos a 14 de
septiembre de 2015.
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